domingo, 12 de mayo de 2013

SEGUNDA CRISIS


Pero aunque el paradigma mecanicista cumplió con gran parte de lo que prometía, también tuvo consecuencias inesperadas e indeseables para la disciplina.
La perspectiva fundamental de la T.O con respecto a los seres humanos cambio de manera radical. La apreciación inicial de la naturaleza humana ocupacional de los seres humanos, la unidad de mente y cuerpo, el mantenimiento de sí mismo por medio de la ocupación y el ritmo y el equilibrio dinámico del comportamiento organizado fueron reemplazados por una nueve perspectiva profunda.
Los terapeutas también comenzaron a valorar menos la experiencia personal del proceso del compromiso en una ocupación. Centraron su atención como terapeutas en el impacto de la actividad sobre los mecanismos subyacentes, tendieron a perder de vista el significado de la actividad para la persona.
Con estos antecedentes fueron varios los científicos que criticaron al reduccionismo por haber creado una versión pasiva y mecánica del comportamiento humano, dijeron que este era un mecanismo incompleto y que proveía explicaciones insuficientes de los efectos de la ocupación sobre los pacientes (REILLY, 1962,1974)
El modelo medico reduccionista fracaso sobre todo en tratar toda la variedad de problemas de las personas discapacitadas. Estos ´problemas van más allá de los déficit de los mecanismos internos y suponen la lucha por lograr una vida social prospera.
Afines de la década de los 60`se hizo cada vez más evidente que la T.O  carecía de identidad unificadora y que estaba tornándose demasiado diversa y fragmentaria.
Además, el paradigma mecanicista había desviado a la disciplina de su misión original y eclipso su idea más influyente, la importancia de la ocupación como medida de recuperación de la salud.

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